domingo, 26 de noviembre de 2017

dar la bienvenida



dar la bienvenida
a los bienvenidos...
y que los bienvenidos
vengan
escuchar
las más bellas canciones
de amor
con el amor hecho persona
desarmar
las valijas
volver del viaje
para quedarse
no cargar más el
pesado equipaje
de la insalvable distancia
ser reflejo
en tu espejo
ser llama (yo)
en tu corazón
encendido
que al fuego no lo apague
ninguna ausencia
que vengas y te quedes
sin rogarte
sin plegarias
que sea un amor ateo o agnóstico
sin que tenga que mediar la presencia
de un incómodo dios injustamente justiciero
que el pecado no sea amarte
y que la rendención sea tu abrazo prolongado y sincero
que el poema no se escriba con el corazón sangrante
lastimado de soledad
que la poesía no sea lamento absurdo
de pequeñas desilusiones cotidianas
que este desastre que es mi vida
sea una nueva canción
que no te nombre
que la distancia
se salve
y si, de todos modos, se instala
que no me duela
que sea la letra
de una nueva buena melodía
que si no eres el bienvenido de esta vida tampoco lo seas en las otras
que el desamor definitivamente te mate y yo te despida con el mejor de los recuerdos
que si ya eres recuerdo
yo te olvide
ahora
y no vivas un solo segundo más en esta espera inútil e interminable
que me cure el adiós
que la herida ya sea cicatriz
que el cansancio sea físico y se repare con el sueño
que no sea del alma que se rompe con tu silencio
que si armas las maletas no te lleves mis ilusiones
y que si vuelves no devuelvas cariño donde hubo pasión
que si el viaje te aleja
que te vayas lejos bien lejos y yo me olvide de la cercanía que ensayamos y no resultó
que yo no escriba más
una sola línea que te nombre
dar la bienvenida
a los bienvenidos
y que los bienvenidos
vengan

águeda dabor
(es invierno en mi corazón)